De acuerdo al Plan de Uso de Terrenos de Puerto Rico, la parcela ubicada en Punta Bandera en Luquillo tiene una categoría específica. Se trata de un suelo rústico especialmente protegido ecológico, lo que significa que existen en el lugar unos atributos únicos para esta designación especial.
En el año 2015 cuando se hizo el Plan de Uso de Terrenos y se analizó esta parcela y se identificó que es susceptible a tsunami, marejada ciclónica, barrera costanera y hábitat de tortugas en peligro de extinción. Es por ello que los residentes de Luquillo no pueden comprender cómo las agencias reguladoras autorizan un proyecto en esta finca. Este es el fundamento principal para oponerse al proyecto de desarrollo de cientos de apartamentos en la zona.
Los oponentes al proyecto están convencidos de que desde el punto de vista administrativo y de permisos no se podía autorizar un desarrollo de la intensidad propuesta y mucho menos en esa ubicación.
El planificador y arquitecto urbanista Pedro Cardona Roig sostuvo que el suelo en estos predios de Luquillo son inundables, lo que no hace viable la otorgación de seguros para las propiedades.
Cardona Roig dijo que en este caso se está llevando a un posible comprador a enfrentar un gran riesgo económico en relación a su inversión.