Las donaciones anatómicas siempre han sido una parte esencial del desarrollo de los profesionales de la salud. “Donar el cuerpo a la ciencia”, es un proceso que pocos conocen y que a través de los años ha tenido una connotación un tanto misteriosa, insólita, o hasta perturbadora, en ocasiones. Sin embargo, gracias a la donación de los cuerpos, se pueden educar a estudiantes próximos a convertirse en médicos u otros profesionales de la salud, al proveer un conocimiento holístico de la anatomía del cuerpo humano mediante la disección y observación del organismo, teniendo en cuenta la dignidad del donante. El hecho de que no solo profesionales de la salud, sino además estudiantes subgraduados en el campo de las ciencias, obtengan un conocimiento valioso del estudio de un cuerpo humano, da fe de lo esencial que es conocer la anatomía humana, más allá de los libros y los simuladores.
En Puerto Rico, la Junta de Disposición de Cuerpos, Órganos y Tejidos Humanos, mejor conocida como la Junta de Donaciones Anatómicas, adscrita al Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, es el ente que se encarga de recibir las donaciones de cuerpos y administrarlos para el beneficio de los estudiantes y otros profesionales. Precisamente, la página web oficial de la Junta, explica que, por cada cuerpo donado, se benefician alrededor de 420 estudiantes de medicina, medicina dental, terapia física y ocupacional, enfermería, terapistas del habla, paramédicos, emergencias médicas, entre otros. Además, este recurso es útil para profesionales de varias ramas de la salud en adiestramientos para mejoramiento profesional, investigadores en procedimientos quirúrgicos y anatómicos y estudiantes graduados adiestrándose en disciplinas anatómicas.
A pesar de este hecho, la disección de cadáveres con propósitos educativos no siempre fue vista con buenos ojos. Desde la época clásica, las religiones griega y romana prohibían esta práctica. Igualmente, durante el siglo XVIII, en países como Inglaterra, los cadáveres eran exhumados de los cementerios de manera clandestina por hombres conocidos como “resucitadores” para venderlos a escuelas de anatomía. Los médicos, sin embargo, estaban tan conscientes de su necesidad, que se argumentaba que era mejor usar cadáveres para la disección a que los vivos sufrieran las consecuencias de médicos ignorantes, según explica el libro “El uso de los muertos para los vivos”.
La práctica de la disección de cuerpos continúa su curso hasta hoy día, donde cualquier persona puede convertirse en donante libremente. De hecho, en el 2022, 72 cuerpos fueron donados a la Junta de Donaciones Anatómicas de Puerto Rico. Esta cifra no solo incluye donantes en vida, sino cadáveres provistos por familiares de los fallecidos, hospitales y por el Instituto de Ciencias Forenses.
A pesar de este logro, la Junta de Donaciones Anatómicas enfrenta varios retos:
Disponibilidad de suficientes fondos: La Dra. María A. Sosa, directora de la Oficina de Apoyo para Asuntos Administrativos de la Junta de Donaciones Anatómicas, indicó el pasado miércoles en una vista pública de las Comisiones de Impacto Comunitario y Salud, que los recortes presupuestarios de la UPR en los pasados años, redundó en la falta de fondos para el mantenimiento y modernización de las facilidades y en la pérdida de la plaza del oficial ejecutivo de la Junta.
Actualmente, los fondos de la Junta provienen del proceso de renovación de la licencia de conducir: por cada renovación se obtiene un dólar. Sin embargo, debido a cambios en la frecuencia con la que se renuevan las licencias y la reducción de la población, hay un menor número de estas transacciones resultado en menos ingresos.
Como posible solución, la directora planteó la alternativa de implementar la donación de un dólar por cada permiso de enterramiento o cremación y por los certificados de defunción, quedando exentos los casos de los donantes.
Desconocimiento del proceso funeral del donante: Como según el protocolo, el cuerpo del donante se traslada directamente a la Junta de Donaciones Anatómicas una vez el médico haya certificado la muerte, algunos familiares optan por desistir de la idea de la donación por temor de no poderse llevar a cabo el servicio funeral. Sin embargo, muchos desconocen que el cuerpo puede ser reclamado por los familiares luego del período en el que el cuerpo está en uso, que puede extenderse por aproximadamente dos años.
Establecer campaña educativa: La Dra. Sosa le expresó a NotiCentro Digital su preocupación de que la población no conozca a fondo la opción de convertirse en donante de cuerpo, tanto como se promueve la posibilidad de convertirse en donante de órganos. Explicó que, en el pasado, se han llevado a cabo campañas educativas junto a LifeLink, una organización encargada de administrar donaciones y trasplantes de órganos en Florida, Georgia y Puerto Rico. Sin embargo, una campaña únicamente para concienciar y presentar la donación de cuerpos como una opción, puede ser más efectiva, según Sosa.
Aunque la donación de órganos redunda en beneficios casi inmediatos, profesionales de la salud han concluído que la donación de cuerpos provee una experiencia de incalculable valor que representa una gran herramienta para formar profesionales de la salud capacitados para tratar a sus pacientes y continuar descubriendo nuevas maneras de salvar vidas.
¿Cómo convertirse entonces en donante?
Puede llamar a la Junta de Donaciones Anatómicas al 787-758-2525, escribir a [email protected], o visitar las oficinas ubicadas en el Recinto de Ciencias Médicas. Toda persona mayor de 18 años puede donar su cuerpo completando y entregando los formularios necesarios.