Un simple cambio de iluminación en residencias y comercios, cerca de las costas, podría significar un gran impacto en nuestro hábitat y en especies en peligro de extinción como lo son las tortugas marinas.
Por eso varias organizaciones se han unido para mejorar ese entorno, sobre todo en las costas.
Las organizaciones lanzaron un esfuerzo para orientar a la comunidad en general de que en la ley #218 para el control y la prevención de la contaminación lumínica, existe un renglón destinado a que tipo de iluminación se debe tener en estructuras contiguas a las costas, para proteger las especies en peligro de extinción, como las tortugas marinas.