El puertorriqueño Edgar Martínez se convirtió en el quinto puertorriqueño en entrar al Salón de la Fama del Béisbol de Grandes Ligas en Cooperstown, Nueva York. Martínez, uno de los mejores bateadores de Grandes Ligas, logra la hazaña en su décimo y último año de elegibilidad.
Martínez nació en Nueva York, un 2 de enero de 1963, pero se mudó a Dorado, Puerto Rico en 1965. Comenzó a practicar béisbol cuando estudiaba en la escuela José Alegría.
En el 1982 los Marineros de Seattle firmaron un contrato de liga menor con Martínez hasta ser llamado al equipo grande en el 1987. En ese momento reemplazó al tercera base Jim Presley y se quedó con esa posición desempeñándose como un excelente tercera base defensivo y ofensivo.
En el 1992 ganó su primer título de bateo, pero al año siguiente, una lesión en su musculo del tendón de la corva lo dejó fuera de acción por dos años. Regresó como bateador designado en 1995, repitiendo como campeón bate durante esa temporada. Además ganó el Silver Slugger Award, premio que se otorga a los mejores bateadores de la temporada en cinco ocasiones. Fue campeón de bateo en dos ocasiones. También fue seleccionado para siete juegos de estrellas. Fue en ese año que conectó su batazo mas memorable.
Esa carrera impulsada y anotada por otro de los grandes en la historia de los Marineros, Ken Griffey junior, eliminó a los Yankees y colocó a Seattle en la serie de campeonato de la Liga Americana contra los Indios de Cleveland. Estos eventualmente ganaron el título y luego lo perdieron en la serie mundial ante los Bravos de Atlanta.
Tras 18 temporadas, todas con los Marineros, Martínez se retiró en 2004. Finalizó con promedio de bateo de 312, 309 cuadrangulares, 1261 carreras impulsadas y 2247 hits. Desde ese año, el premio al más destacado bateador designado, lleva el nombre de Edgar Martínez
Martínez también se destacó en el béisbol de Puerto Rico, jugando con los Senadores de San Juan. Fue integrante del llamado Dream Team de Puerto Rico, que ganó la Serie del Caribe en 1995. Actualmente, Martínez, trabaja como coach de bateo de los Marineros y reside en Bellvue a unas seis millas al este de Seattle, en Washington con su esposa Holli y sus tres hijos Alex, Teresa y Jaqueline.
Otros puertorriqueños que han entrado al Salón de la Fama son Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar e Iván Rodríguez.