Un 26 de mayo de 1962, subió por primera vez a una tarima en el pueblo de Bayamon, una agrupación que acuñó el nombre del Gran Combo. Integrado por músicos que provenían del legendario Combo de Cortijo, no resultaron extraños a la afición. Su apuesta vocal recayó en el conocido Pellín Rodríguez y un joven Andy Montañez de tan solo 20 años.
El éxito fue inmediato, acumularon grandes éxitos musicales, grabaron infinidad de discos y eran habituales sus presentaciones en radio, televisión y plazas públicas, acompañados de nuevos ritmos
Sin embargo, tanta exposición provocó que se quemaran y su fama declinó. Fueron momentos de transición en los que salieron y entraron músicos. El éxito de la Fania provocó que su sonido se modificara al añadir el trombón y tras la salida de Pellín llegó un joven Charlie Aponte.
Para 1977 Andy Montañez sale del grupo rumbo a Venezuela y entra un joven Jerry Rivas, sería un nuevo aire que los llevaría a vender más de un millón de copias del disco que grabaron en 1978.
Los años 80 trajeron nuevos éxitos y a Papo Rosario al grupo. Estuvieron tres décadas juntos y viajaron el mundo ya con el apellido de la isla. Todos bailaron con el Gran Combo de Puerto Rico.
Aunque dejó a un lado el piano, el maestro Ithier reclutó al experimentado Willie Sotelo, su frente se renueva con la entrada de Joselito Hernández y Anthony García que en unión a los 45 años que lleva Jerry Rivas, se mantienen tan campechanos como antes.
Más de seis décadas, producciones musicales a granel, cinco continentes visitados, innumerables premios y homenajes y un fuerte impacto en el cancionero popular. En fin, un legado impagable para un grupo que acogió ritmos puertorriqueños y los ha paseado con gallardía por todo el mundo.