Fue uno de esos crímenes que sacuden la sociedad, escenas que le quitan el sueño, incluso a quienes manejan casos violentos a diario.
La fiscal Gretchen Pérez dijo que en sus 26 años de servicio, este ha sido el caso más fuerte que ha tenido que trabajar.
Un 19 de marzo del 2011, a solo días de la llegada de su tercer hijo, Lorenis Karen Mejías fue encontrada sin vida junto a sus dos hijos, Néstor y Jeremy de 10 y 8 años. Fueron su hermano y su madre quienes descubrieron el macabro hecho.
Doña Ramona no puede borrar de su memoria las imágenes al interior del apartamento en el cuarto piso de uno de los edificios del complejo de viviendas San Juan Park.
Los cuerpos de los niños presentaban múltiples heridas de arma blanca y la madre, quien estaba en su octavo mes de emabarazo, recibió varios traumas en la parte posterior de la cabeza.
A través de pruebas de ADN se corroboro que la criatura que esperaba era producto de una relación extramarital con un agente de la Policía.
La fiscal Pérez dijo a NotiCentro que el papá de los niños mayores, como el policía, fueron descartados como sospechosos del crimen "porque la investigación se llevó hasta el final y no conecta a ninguno de los dos".
Una teoría que se investigó fue un incidente con uno de los niños en el punto de drogas, semanas antes de la masacre. "Alegadamente el niño econtró la droga, lo que llaman el muerto, la droga que están vendiendo, y la desparramó".
Pero para esta fiscal un paquete de droga perdido, no parecería razón suficiente para un triple asesinato tan cruel. Otras versiones apuntan a que uno de los miembros del punto pudo haber estado involucrado sentimentalmente con la madre embarazada. La entrada a la vivienda no estaba forzada, por lo que la fiscal está convencida de que los sospechosos eran parte de la comunidad.
"No podían bajar varias personas con sangre, con machetes, hachas, con armas blancas, y pasar por el área del punto como si nada si no son de allí", dijo la fiscal.
Segun la evidencia recopilada, el agente investigador cree que fueron de 3 a 4 individuos los responsables del crimen.
El agente Javier Rodríguez dijo que., según declaraciones juradas de vecinos, no se escucharon ruidos ni gritos que alertaran a los residentes de lo que estaba ocurriendo, por lo que entiende las muertes fueron simultáneas
Algunos de los sospechosos ya están en manos de la justicia por otros crímenes. Varios están presos, y otro ha entrado y salido de la casa.
Pero ante la falta de suficiente prueba para acusar a los sospechosos de esta masacre, los testimonios de aquellos vecinos que puedan haber visto o escuchado algo son escenciales.
La madre y abuela de las víctimas les pide que hablen para esclarecer el caso.
La fiscal asegura que el estado daría la protección necesaria a los testigos y hace un llamado a perder el miedo debido a que personas que cometen este tipo de crimen no son protegida en el bajo mundo o en la calle.
El temor de los testigos no es para menos, cuando se trata de hechos que corrompen nuestro sentido de humanidad.
Luego de 26 años de luchar por hacer justica, la fiscal sigue optimista de cerrar este caso.