Pedro Márquez es un vivo ejemplo de que querer es poder.
Este joven de 26 años es un boxeador profesional y obrero de construcción, porque así se gana el pan, trabaja por alcanzar sus metas y desea ser inspiración para su hijo de cuatro años.
Márquez sueña con poder levantar su compañía de construcción y crear empleos, pero al mismo tiempo, anhela lograr un campeonato mundial en las 126 libras peso pluma.