La crisis de vivienda afecta principalmente a compradores o arrendatarios de pocos ingresos. Actualmente, los compradores deben competir con personas de ingresos más altos.
Muchos puertorriqueños se encuentran en la búsqueda de un hogar, sin embargo, los altos costos y la limitada cantidad de viviendas representa un escollo.
Una vivienda catalogada como promedio ronda los 180 mil dólares. Mientras que el ingreso promedio familiar es de 20 mil dólares.
En lo que va de año se han presentado 800 demandas para ejecución de hipotecas. El 30 de septiembre vence la moratoria de desalojo para los propietarios de viviendas financiadas o garantizadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Dicha moratoria paralizó el proceso legal que pudiera concluir con la ejecución de hipotecas, ósea la pérdida de hogares para miles de familias en la isla.
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