A sus 70 años, doña Iris corta la grama con machete, y es que es la única manera de ahorrarse un dinerito.
La casa donde vive y que comparte con su esposo don Germán, está en pésimas condiciones, por todos lados.
Los pocos arreglos que tiene su hogar fueron hechos por don Germán antes de sufrir de múltiples condiciones, no tiene balance y casi no se le entiende al hablar.
Un hombre que fue policía y ahora solo recibe una pensión de $300.
Aunque no hay familia, hay buenos samaritanos, como el grupo de los Vicentinos del Santuario la Milagrosa en Corozal.
En el interín, doña Iris y don Germán, se tienen y les sobra lo que les falta, complicidad.