Decisiones que hoy cataloga como incorrectas y llevar un camino desenfrenado fue lo que llevó a Alan Vicens Lugo a que lo condenaran a prisión con una sentencia de 12 años, cuando tan solo contaba con 18 años de edad.
Fue en la cárcel que Alan encontró a Dios. Empezó a leer la biblia, uso estas poderosas letras como su método para aliviar su dolor. Comenzó a tener una buena conducta, una que lo llevó a descubrir lo que jamás ni el se imaginaba: ganas de trabajar, de desaprender para aprender y se convenció de que si existe una segunda oportunidad.
Hoy Alan quiere contar su historia para ayudar a los que han pasado por algo similiar con su libro: Rescatado para rescatar.
Alan lleva 5 años en la libre comunidad. En el 2019 recibió del Departamento de Corrección y Rehabilitación el certificado que lo capacita para trabajar convirtiéndose en la segunda persona en obtener esta certificación que le indica al patrono que puede sustituir la petición de antecedentes penales por este documento.
Mira el reportaje completo sobre la historia de Alan en el vídeo que acompaña esta nota.
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