El puertorriqueño tiene la capacidad de brillar hasta cuando la vida les pone en aprietos. Este es el caso de una pareja de Toa Baja que produce el primer vodka premium hecho en Puerto Rico.
“El mundo se paralizó y yo dije, tenemos dos opciones, quedarnos aquí esperando a ver que sucede o tomar acción y reinventarnos”, explicó Claudia Ferrer.
Este fue el sentimiento con el que se encontraron Claudia y Carlos al adentrarse en una creación a la que denominaron Bravada y que significa un acto de valor.
En esta travesía, creciendo entre destilerías, Carlos fue cultivando el anhelo de emprender en la isla junto a su esposa, con quien comparte la vida hace 14 años.
Así nació su propia micro destilería de vodka, inaugurada en noviembre del pasado año, siendo el primero de este producto hecho en Puerto Rico.
Esta micro destilería tiene la capacidad de almacenar hasta 5 mil galones de producto final. Seguido del embotellado, cuyo diseño es dedicado a la belleza del Mar del Caribe.