Los encontramos trabajando al norte de Guayaquil, Ecuador. Son Cristhian y su mascota Bruno, un perro pitbull de 6 años, de apariencia ruda pero con un corazón muy noble.
Ambos visten chaleco y están dispuestos a ayudar a quien lo necesite.
Hace pocos días ellos se enfrentaron a dos delincuentes que amedrentaron y robaron a su en el suburbio de Guayaquil.
El hecho quedó registrado en un vídeo de una cámara de vigilancia. En el vídeo se observa cómo Cristhian y Bruno, sin miedo, arremeten contra los pillos armados. Tras la pelea, los delincuentes huyeron dejando la motora abandonada.
Para este hombre y su mascota, enfrentarse a amigos de lo ajeno no es nuevo, pues en su trabajo como cuidador de carros lo han hecho varias veces. Es por eso que en el sector son muy queridos, incluso los extrañan cuando no los ven.
Es la historia de un padre y un hijo perruno que caminan juntos por las calles del puerto principal, sin temerle a nada, aportando su granito de arena a la sociedad amedrentada por el crimen.