Sesenta años después de que Fidel Castro proclamara el carácter socialista de la revolución cubana, su hermano Raúl preside este viernes a puerta cerrada su último congreso del Partido Comunista.
La histórica reunión, que durará cuatro días, marca la salida de este líder revolucionario y el ascenso de una nueva generación.
Contrariamente a ediciones anteriores, en el inicio de este encuentro no se difundió imagen alguna en la televisión, sólo algunas fotografías y videos fueron compartidos en las cuenta de medios del Estado en sus redes sociales.
En una de estas imágenes aparecieron 300 delegados del Partido Comunista de Cuba (PCC), que llegaron de las provincias del país, en un largo aplauso al momento en que Raúl Castro, de 89 años, ingresaba con su uniforme militar seguido por su sucesor designado, el presidente Miguel Díaz-Canel, de 60 años.
Este último, que lo remplazó en la presidencia en 2018, será el primer dirigente también del partido, en el que ha hecho toda su carrera. Esta previsto que Díaz-Canel sea designado primer secretario, el más alto cargo del país, el lunes durante la última jornada.
Es "el congreso de la continuidad", dijo en Twitter, señalando que las directrices del país, una de las cinco últimas naciones comunistas en el mundo, no cambiarán.
Aunque se requieren reformas económicas urgentes, con el país inmerso en una profunda crisis, el principio de partido único se mantendrá.
"El Partido constituye garantía de la unidad nacional y síntesis de los ideales de dignidad, justicia social e independencia de las generaciones de patriotas que nos antecedieron y las que nos han defendido en todos estos años de lucha y victoria", dijo José Ramón Machado Ventura, de 90 años, número dos del partido que también se espera se retire.
Dijo inaugurar el congreso con "la convicción de que seguiremos siendo fieles al legado de nuestros mártires y al ejemplo de Fidel y Raúl", según declaraciones reproducidas por los medios del Estado autorizados a estar en el Palacio de las Convenciones, donde se lleva a cabo la reunión.
Después de la muerte de Fidel Castro en 2016, el retiro de Raúl pasa una página histórica en la isla, en donde la mayoría de los habitantes no han conocido a otra familia dirigente que no fuera la de los conocidos revolucionarios.
"Raúl no va a estar al frente del Partido, pero (para) cualquier problema Raúl está ahí, Raúl no se ha muerto", reflexiona Ramón Blande, militante comunista de 84 años, provisto de una mascarilla para protegerse del coronavirus.
Según medios oficiales, tras un homenaje a Fidel, Raúl presentó el viernes por la mañana a los delegados el informe central del congreso, en el que arremetió contra la "guerra económica" emprendida por Estados Unidos tras cuatro años de la administración Trump, que endureció el embargo vigente desde 1962.
Los partidos comunistas de China, Vietnam, Laos y Corea del Norte enviaron mensajes de felicitaciones a Cuba, según Granma.