Socorristas en Australia luchan por liberar a decenas de ballenas que quedaron varadas en una bahía de la isla de Tasmania.
Unos 270 cetáceos quedaron atrapados el fin de semana en un banco de arena de Macquarie Harbour, una bahía cerrada por un paso estrecho en la costa oeste de la isla. Pero unas 90 ya murieron, por lo que los socorristas intentan ayudar al resto a salir a flote lo antes posible.
En las primeras horas del martes lograron liberar unas 25, escoltándolas con barcos hasta mar abierto.
Se trata de ballenas piloto, también conocidas como calderones. Son considerados cetáceos resistentes, pero al quedar varados corren el riesgo de no poder enfriar su cuerpo, que los músculos se deterioren o que algunos de sus órganos se aplasten por el contacto prolongado con el fondo.
Su naturaleza social también puede ser perjudicial, porque algunos animales liberados pueden intentan quedarse con el grupo y volver a encallar.
Los varamientos de mamíferos marinos son relativamente frecuentes en Tasmania, pero este es preocupante por la cantidad de animales afectados.
Los socorristas creen que la operación de rescate puede durar varios días y celebran el clima frío y húmedo, que aunque complica su labor, es ideal para que las ballenas puedan mantenerse hidratadas.