El Tribunal Supremo de Estados Unidos frenó el aspecto central de la iniciativa del presidente de EE.UU., Joe Biden, para lograr la vacunación de más personas en medio de la ola de Covid-19.
El tribunal federal rechazó una norma de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) que habría obligado a 80 millones de trabajadores a vacunarse contra la enfermedad o a someterse a pruebas periódicas.
El tribunal permitió que entrara en vigor otra norma que obligaba a vacunarse a los trabajadores de residencias de envejecientes, hospitales y otros centros que reciben pagos de Medicare y Medicaid del gobierno federal.
El fallo limita las opciones de Biden para aumentar la tasa de vacunación del país, a medida que la variante Ómicron impulsa los casos. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) afirmó que sólo el 63% del país está totalmente vacunado y, de ese grupo, sólo el 37% ha recibido una vacuna de refuerzo. Más de 800,000 personas han muerto en Estados Unidos a causa del virus.
“Aunque el Congreso ha dado indiscutiblemente a OSHA el poder de regular los peligros laborales, no ha dado a esa agencia el poder de regular la salud pública de forma más amplia”, dijo el tribunal en una opinión sin firma.
Los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor disintieron de las expresiones.
La decisión es una victoria para 26 grupos empresariales y 27 estados liderados por los republicanos que demandaron para desafiar la política de OSHA, diciendo que excedía la autoridad de la agencia de seguridad laboral.