El equipo de defensa del productor musical Rafael Antonio "Raphy" Pina Nieves se apuntó una victoria en el proceso de apelación que llevó ante el Primer Circuito de Boston para intentar obtener un nuevo juicio en el caso de armas que enfrentaba su cliente.
Luego de cuatro meses de espera, un panel de jueces compuesto por David J. Barron, Sandra L. Lynch y Angel Kelley decidió dejarlo solo con uno de los dos cargos que enfrentaba: posesión de un arma ilegal y posesión de un arma modificada para disparar automático. Fue de este último cargo que Pina Nieves logró librarse y por el cual su sentencia se reducirá luego de celebrarse una vista de resentencia, según explicó una de sus abogadas María Domínguez a NotiCentro Digital.
Domínguez añadió que están esperando una orden, o "mandate", del circuito a tales efectos y que deberá recibirse en los próximos 30 días. En ese documento se señalará la fecha de esa vista.
La licenciada anticipó que, al eliminarse el cargo más severo, las guías de sentencia —utilizadas por el tribunal para decidir el tiempo que una persona pasará en prisión— se reducirán a entre 15 a 21 meses. Esto es "prácticamente" la mitad de lo que sugerían antes y que llevaron a una pena de tres años y cinco meses de cárcel y tres años de probatoria.
Pero, ¿por qué fue que los jueces fallaron a favor de Pina Nieves?
A priori, la determinación se da porque lo presentado por la fiscalía federal "no está respaldado por suficiente evidencia". Martin G. Weinberg y Kimberly Homan, contratados por Pina Nieves para llevar la apelación, pudieron convencer a los togados de que el reguetonero no sabía que el arma que tenía era una ametralladora. Usando únicamente el récord del caso, estos argumentaron que lo presentado en el juicio no fue suficiente porque "el gobierno falló en presentar cualquier evidencia directa o circunstancial que pudiera respaldar una inferencia razonable" de Pina con las armas.
Ambos licenciados también añadieron que la fiscalía tampoco proveyó evidencia de que las armas tenían las huellas de Pina, que el récord no muestra que su cliente compró la metralleta en Ohio en el 2016 y que tampoco habían detalles que demostraran que el arma fue modificada para hacerla una metralleta al momento de la compra.
En representanción de los Estados Unidos, el fiscal Kevin James Barber mantuvo la línea de la "posesión constructiva" y argumentó que la modificación externa de la metralleta "estaba visible" y usó a su favor una de las llamadas que agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) usó en el caso. Esta fue en la que escucharon a Pina hablar con su socio Joed Romero Soler sobre sus "armas" que estaban "sin registrar", municiones y su caja fuerte.
Empero, el panel de jueces dejó claro que un jurado no puede inferir culpabilidad "solo por el hecho de que uno constructivamente posee una metralleta".
"Pero, incluso cuando consideramos la evidencia como un todo, estamos persuadidos por el argumento de Pina Nieves de que la teoría de la suficiencia del gobierno depende, inadmisiblemente, de los saltos inferenciales o del acumulamiento de inferencia sobre inferencia", se lee en la decisión del Primer Circuito de Boston.
"No vemos cómo un miembro racional del jurado podría hacer la inferencia requerida de que Pina Nieves sabía que esta arma tenía las características de una ametralladora, de otra manera que no fuera participando en el tipo de especulación o acumulación de inferencias que no son suficientes para respaldar una condena", añadieron.