Jayuya continúa lleno de derrumbes y deslizamientos, sobre todo en sus carreteras principales, ya maltrechas.
Las 24 pulgadas de lluvia que dejó Fiona en este pueblo de la montaña, provocó que los estrechos caminos que ya habían sido impactados fuertemente por María, cedieran gran parte o del todo.
Este es el caso de un enorme socavón en el barrio Sama, donde todavía continúan los trabajos de relleno, que dejó incomunicado a don Carlos, un hombre paciente de cáncer y que necesita de asistencia para poder caminar debido al desprendimiento de tierra justo en la entrada de su casa.
En Jayuya, donde no hay electricidad, agua va y viene, con una población de 15,500, lo único que piden es no ser olvidados.