El barrio Guaraguao de Ponce no cuenta con servicio de agua potable desde antes del paso del huracán Fiona el pasado 18 de septiembre.
Según los vecinos, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) justifica la situación adjudicando a la falta de un sistema que pueda ayudar a bombear el agua con presión que se filtra en esta planta ubicado en el sector Portugués Abajo que se supone suple agua a más de 900 familias.
El ojo de agua entre las montañas de Adjuntas y Ponce conocido como Las Lágrimas se ha convertido en su alternativa para recoger agua, bañarse, lavar los trastes y poder llenar sus cisternas, que se han convertido en una herramienta de la comunidad ante la adversidad que ha complicado hasta el poder cocinar la cena.
Ante esta situación, la comunidad teme que la falta de agua comience a cobrar vidas de los más vulnerables y de personas que se han contagiado con enfermedades en los cuerpos de agua a los que tiene que acudir para bañarse y buscar el líquido preciado.
Por su parte, la directora del área operacional de Ponce de la AAA, Amairis Esteves Jordán, informó que, a pesar de que la planta ha estado operando, el servicio se ha visto interrumpido debido a la turbidez provocada por eventos de lluvia recientes.