Los vecinos del sector Las Quebradas del barrio Montegrande en Cabo Rojo viven con un temor constante de que esta montaña ceda por completo sobre la carretera 310, provoque una tragedia y los deje incomunicados.
Es que de la montaña ya han bajado rocas de gran tamaño, y algunas de ellas han impactado casas, por lo que el temor es la orden del día a la hora de conducir por el tramo.
Un miedo que se agrava cada vez que llueve, pues es cuando más piedras y tierra se desprenden de la pendiente, eso sumado a que hay que pasar lento por el lugar, porque el bache hace que los carros patinen.
Una problemática que según residentes data de años, sin embargo a pesar de las múltiples gestiones, las ayudas prometidas, como una red metálica, simplemente no llegan. Ante esto urgen la intervención a las agencias pertinentes.
Una comunidad que pide ayuda, antes que las piedras cedan con las lluvias y sea demasiado tarde.