Desde el Banco Mundial hasta el Fondo Monetario Internacional coinciden en que la economía de la República Dominicana ha tenido un crecimiento sostenido en las últimas dos décadas. Las señales de progreso se ven, pero también continúan ocurriendo sucesos como el del jueves en Vega Baja, donde 23 inmigrantes escaparon de la muerte al ser rescatados en pleno naufragio.
Si la economía dominicana ha mantenido un crecimiento sostenido, por qué continúan tantos migrantes dominicanos arriesgando sus vidas en alta mar. Dos voces influyentes de la comunidad dominicana residente en Puerto Rico, el ingeniero Pachín Marín, y la trabajadora social Romelinda Grullón coincidieron en que el crecimiento económico tiene que reflejarse más en los sectores de clase media baja y baja.
El ingeniero Ramírez incluso señaló como muy necesario que el dominicano residente en el extranjero sea más realista a la hora de hablar de oportunidades de trabajo y de progreso tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos.
Pero mientras muchos se van de República Dominicana en busca de mayor progreso, desde Haití llegan cientos de inmigrantes buscando oportunidades de trabajo en la agricultura, construcción y servicio doméstico.
Esa crisis migratoria dominico-haitiana mantiene al país polarizado, más aún cuando recientemente el comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, solicitó al gobierno dominicano que suspenda deportaciones de haitianos. Tanto Ramírez como Grullón, rechazaron de plano la solicitud de las Naciones Unidas.