Jessica Hernández, sus dos hijos y su esposo residen en esta casa del barrio Quebrada Negrito en Trujillo Alto. Sin embargo, temen que la pared de tierra que ubica a un lado de su residencia ceda en cualquier momento y provoque una tragedia.
Una situación que data desde el huracán María, pero que al no atenderse por parte de las autoridades, se agravó. Ante esto han tenido que incurrir en varios gastos para salvaguardar sus vidas, entre ellos varios toldos, que han sido desplegados sobre la tierra para evitar que se moje y haya mayores derrumbes, sino que también construyeron con su dinero este muro de concreto, pero ya se quedó pequeño.
Tanto Jessica, quien labora en un colegio, como su familia y vecinos han denunciado la situación. Ella guarda con recelo los documentos, la boleta y las fotos que le tomaron al deslizamiento, pero la ayuda no llega. El problema se sigue agravando porque la precipitación también provocó que parte del terreno que da acceso a la residencia colapsara. Ante esto hacen un llamado para que los ayuden, y así vivir una vida tranquila en el hogar que siempre soñaron.
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