Ante la escasez de personal especializado que ayude a agilizar el proceso de analizar evidencia, el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) graduó a nuevos profesionales que trabajaran con ADN y evidencia digital.
Se trata de personal de difícil reclutamiento en este campo laboral que ahora podrá certificar sus informes periciales y testificar en los tribunales.
Estos empleados del ICF tuvieron que tomar cursos especializados que les tomó entre uno y dos años para poder certificarse, entre otras cosas, en trayectoria de disparos, patrones de sangre e investigación médico-legal.
La implementación de nuevas tecnologías los ha obligado a volver a adiestrar el personal, como por el ejemplo, en el uso de una cámara 3D que en menos tiempo puede hacer mediciones en una escena criminal compleja.
María Conte Miller aseguró que han trabajado fuertemente para ser un patrono competitivo y que actualmente ningún perito privado cuenta con las credenciales como los que tienen en este negociado.