Los Obispos Católicos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña emitieron un decreto en el que resaltan la importancia de la vacunación contra COVID-19 y establecen las medidas de prevención en sus diócesis y parroquias.
Una de estas medidas dividirá a los no vacunados de los vacunados. Acordaron que reservaran un espacio para los no vacunados en la celebración de las misas y otras celebraciones litúrgicas. Además, a partir del 15 de septiembre de 2021, “todos los sacerdotes y diáconos que participen en las liturgias deben estar vacunados o al menos haber recibido la primera dosis”.
El decreto también establece que "No se autoriza en nuestras diócesis que sacerdotes, diáconos o agentes de la Iglesia comparezcan ante notarios a declarar bajo juramento las exenciones por razones religiosas. Tampoco estaremos aceptando declaraciones juramentadas que afirmen que las enseñanzas de la Iglesia son fundamento para rechazar la vacunación".
Como recordarán el obispo de la Diócesis de Arecibo, Daniel Fernández Torres informó hace unos días que firmaría certificaciones para objetar la vacunación contra el COVID-19. En el decreto los religiosos señalan que los sacerdotes, diáconos o agentes pastorales de la Iglesia no deben declarar bajo juramento dichas exenciones “ya que no hay fundamentos en la enseñanza moral de la Iglesia para rechazar los requerimientos de la vacunación”.