La renuncia de Charlie Torres Rivera se hizo viral a través de las redes sociales, cuando anunció al mundo que tras 12 años de docencia dejaba el salón de clases para emprender en su propio negocio. Las razones y los miedos fueron muchos, pero también las ganas de progresar.
Tras varias conversaciones con su esposo, ambos amantes de los lugares de brunch, decidieron que abrirían un negocio inspirado en él. Ante esto pusieron manos a la obra para educarse, Charlie se certificó como barista y en plena pandemia el 2 de octubre del 2020 abrieron su primer negocio en Salinas llamado “Sweet Spot”, que busca endulzar a los residentes del sur de la isla.
Los meses y los años pasaron y con ellos la necesidad y los deseos de expandir a una nueva localidad. Por lo que en marzo de este año llegaron hasta el corazón de Guayama con su segundo local.
Un establecimiento donde pueden encontrar platos de desayuno, y almuerzo, una rica variedad de café, tanto frío como caliente, cervezas artesanales y hasta mimosas. En un horario similar al de la escuela, desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la tarde.
Según Charlie dieron muchos los factores que lo llevaron a renunciar a su trabajo, como el sistema de retiro de los maestros, el plan de ajuste de la deuda y el sueldo que devengaba por su trabajo, que los hacía sentir prisioneros, situación que contrasta con su realidad actual.