Aparte de causar dolor y luto en las familias de las víctimas, la masacre ocurrida anoche en el residencial Quintana de Hato Rey también trastoca las instituciones deportivas que allí operan con éxito desde hace varias décadas.
El líder deportivo Benjamín Martínez González lamentó que las cientos de balas disparadas no solo hayan cegado cuatro vidas, sino que han sembrado miedo y terror en los jóvenes participantes en las actividades deportivas.
La masacre de Quintana también golpeó fuertemente a Pito Corn Flakes, ya que una de las víctimas, inocente según recalcó, fue el joven de 22 años Diego Morales Morales, hijo de Norman Morales, su mano derecha en la organización de torneos, como la famosa Copa Quintana.
Casualmente, la Copa Quintana que organizaba el padre de Diego, está pautada para el sábado 16 de agosto. Como consecuencia de la tragedia, el tradicional torneo peligra.
En medio de la angustia y la frustración, Martínez González hizo una dramática exhortación al gobierno, sector privado y entidades religiosas a que respalden las organizaciones deportivas que luchan para mantener a los niños dentro de la cancha, y lejos de las calles y sus tentaciones.