Un hotel abandonado durante décadas en Isla Verde, Carolina, se ha convertido en una seria amenaza ambiental, según denunció la organización Arrecifes Pro Ciudad.
El edificio del antiguo Hotel Empress se ha convertido en un estorbo público.
Hace unos días la plataforma de lo que era una terraza se desplomó y cayó en pedazos al mar. Las múltiples gestiones de la organización Arrecifes Pro Ciudad para que el gobierno asuma la responsabilidad de proteger vida y propiedad han fracasado.
Esta entidad tiene un acuerdo de colaboración con el Departamento de Recursos Naturales pero ni aún así han logrado acción encaminada a proteger la valiosa reserva marina.
Obviamente no hay fiscalización al cumplimiento de los reglamentos para la protección de recursos naturales costeros.
En las aguas frente al hotel se han documentado corales blandos y duros, anemonas, rayas, langostas, cangrejos, caracoles, peces, algas, yerbas marinas, además de la visita de manatíes y tortugas, entre otras especies.
Los vecinos de la zona argumentaron que no solo se trata de una emergencia ambiental, sino además que las condiciones en las que se encuentra dicho estorbo público es una amenza para los que frecuentan la playa.
La comunidad tiene además preocupación con la futura utilización de ese predio. Trascendió que el antiguo Empress fue comprado por el empresario estadonunidense Keith St. Clair para el desarrollo de un hotel que aún está en su fase conceptual.