El Salvation Army no espera porque otras organizaciones se muevan, sino que trabaja de forma independiente y, aveces, hasta en silencio para impactar a la mayor cantidad de personas posibles.
Son 23 años los que el Cuerpo y Centro de Servicios de Loíza lleva activo cerca de la Escuela Carlos Escobar López.
Desde allí cada año buscan apoyar el desarrollo de la niñez y juventud dándoles los materiales necesarios para iniciar el nuevo año escolar. Esta vez impactaron a cientos de familias de bajos recursos y con rezago académico con mochilas, libretas, lapices, crayolas y otros equipos necesarios para volver a clases.
La mayor Ivonne Ortiz, oficial directivo del centro, destacó que la ayuda es más necesaria ahora que nunca.
"Tenemos familias de bajo recursos que necesitan que se les ayude un poquito más porque la economía está bastante alta y los materiales están un poquito más caros. Y nosotros reforzando con estos materiales ellos pueden hacer provecho de eso", aseguró Ortiz.