El ataque racista contra una familia en Canóvanas, por parte de su vecina, se volvió a intensificar por tercer día consecutivo, luego que se pospusiera el proceso judicial que llevan las partes.
La situación no ha mejorado a pesar de que existe una orden del tribunal que exige que la vecina no prenda los radios con volumen alto, patrón que ha continuado.
El matrimonio ha mostrado frustración porque, aunque los casos están abiertos, estos no se han resuelto desde hace casi cuatro años. “Nosotros estamos haciendo nuestra parte, mostrando la evidencia y no sucede nada”, expresó la esposa, Chanelli Cortés Rodríguez.
El caso se remonta al 2019, cuando el acusado y su madre alegadamente comenzaron un alegado patrón de acoso y de mensajes racistas contra una familia que son vecinos suyos, en la que el esposo y una de las hijas son de raza negra. Como parte del prsunto acoso se colocaban pancartas con mensajes racistas y el hombre pone música alta gran parte del día hacia la casa de la familia afectada.