Aunque el director del FBI en Puerto Rico, Joseph González, reiteró que no confirma ni niega que el FBI está investigando una denuncia de acoso racial realizada por una familia en Canóvanas. El funcionario federal explicó que para catalogar cualquier acto como un crimen de odio, el FBI tiene que confirmar que, en el ejercicio de la libre expresión, hubo amenazas a la vida de terceros.
La denuncia de la familia fue investigada sin consecuencias por agentes del FBI adscritos a la división de crímenes de odio, según un portavoz de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Sin embargo, NotiCentro supo que las indagaciones que realizaron agentes del FBI en Canóvanas tuvieron como objetivo confirmar si aparte de los letreros y el ruido por encima de los niveles permitidos por el gobierno estatal, también hubo una amenaza directa contra la vida de la familia Ramírez-Cortés, ya que ello sería un motivo fundado para iniciar una investigación, según la explicación general ofrecida por el director del FBI al hablar sobre qué se necesita para activar una investigación de crimen de odio.
González reconoció que en Puerto Rico no hay muchas denuncias de crímenes de odio en la jurisdicción federal.