Aunque el autismo puede diagnosticarse a cualquier edad, se conoce más como un trastorno del desarrollo, ya que generalmente los síntomas aparecen durante los primeros dos años de vida.
Según la definición de la Asociación Americana de Psiquiatría, los síntomas son no responder o demorar en responder cuando se le llama por su nombre, dificultad para sostener una conversación y tener un tono de voz que puede sonar como si estuvieran cantando o monótono. Además, entre los comportamientos restringidos está el repetir palabras, mostrar demasiado interés en ciertas cosas, molestarse por algún cambio breve en la rutina, entre otros.
Lo que se pretende con la terapia conductual aplicada es tratar de mejorar la calidad de vida de esa persona y familia.
Cuando se aprende a comunicar entonces la terapia funciona para poder ayudarles no solo a ser funcionales, sino a tener una vida plena, de calidad y que puedan desenvolverse mejor.
La parte esencial de la terapia, que mayormente se ofrece en el hogar, es que la familia, cuidadores, maestros y otros se involucren.